Las aves de Extremadura probablemente sean el grupo de fauna con más neófitos. Y no es para menos, ya que con sus múltiples formas, cantos y colores llenan de vida nuestros ecosistemas. En el caso de Extremadura, la gran diversidad de hábitats y sus inviernos templados la convierten en una comunidad excelente para los amantes del «birdwatching».
Son numerosos los visitantes, no solo de la Península Ibérica sino también de otros países europeos, que acuden año tras año para observar las especies migratorias y sedentarias de la comunidad. Y no solo eso, sino que muchas personas, turistas o residentes pueden disfrutar de estos preciosos animales mientras realizan otras actividades.

He tenido la fortuna de estar ligado al mundo rural y al campo la mayor parte de mi vida. He podido frecuentar zonas con buenas poblaciones de aves en peligro, por lo cual me siento un afortunado. Cigüeñas negras, Águilas perdiceras o Garzas imperiales han sido testigos mudos de muchas de mis jornadas de pesca. ¡Y por supuesto de muchas jornadas dedicadas de pleno a su observación!
Creo que no exagero cuando afirmo que Extremadura es la región de europa con una mayor riqueza y biodiversidad de aves.
No me considero un ornitólogo ni mucho menos, pero he tenido la suerte de compartir muchas horas de mi vida con las aves. Algunas veces mientras realizaba otras actividades: pesca, senderismo o incluso mientras realizaba tareas propias del campo como cortar leña, recoger aceituna o vendimiar, otras veces por el simple placer de observarlas.
En este apartado quiero compartir con vosotros una pequeña parte de mis humildes conocimientos para que podáis disfrutar igual que yo lo hago del avistamiento de estos preciosos animales. Cuándo, cómo, dónde verlas o cuáles son sus costumbres son algunas de las preguntas a las que intentaré responder. Y recuerda, las aves de Extremadura enganchan, cuando vienes una vez… estoy seguro de que volverás.